martes, 16 de febrero de 2010

Sueño Fugaz

Ella dijo: huyamos, vamos llevame a tus laberintos, desemvolvamos los hilos de Ariadne. Sonreía a su interlocutor inexistente. Vamos, vamos...
Él en silencio cavilaba su respuesta hasta que dijo: No podemos, no existen hilos, ni madejas; he quemado hace mucho mi camino, no hay retorno para mí. Su voz llegaba a través de un laberinto que era mil, que era cielo, infierno y tierra, que era nada y todo; atrapado en tejido repitió: Tú eres un sueño fugaz, no podrías... no puedes, no podemos no hay marcha atras, y tú debes debes seguir, los sueños fugaces... te harías mortal y no podrías encontrarme, no puedes, no puedo ir por ti, ni tú por mí. Entre oscuros lugares empezó a rugir el minotauro en algún lugar, y el aire se hacía caliente, las hidras de seguro respiraban su fuego intentando destejer el laberinto donde estaban atrapadas sus cabezas, siempre buscándose.

"Llévame, huyamos, vámonos de aqui"
"No puedes, no podemos. He perdido el camino, de regreso a casa, de regreso a mí..."

El sueño fugaz continúa su viaje, sonrie con su figura inacabada y su alegría temporal.

"Me he perdido a mí mismo..."
"Aún te oigo, puedes seguir mi voz..."
"No hay regreso para mí, he quemado los hilos de Ariadne..."

En algún lugar del laberinto él busca su camino a casa y ella viaja por el espacio inacabado de infinitud, tal vez ya está dentro de ese laberinto, tal vez ilumina sin querer el cielo del perdido que apenas conoce de estrellas y caminos.

martes, 9 de febrero de 2010

Ideologias

Como ciencia pasada de moda. Camina entre dos calles que se dividen en ideologias, que segregan la libertad y dignidad en nombre de ambas.
La mira desde la otra acera; ella es de estatura pequeña, con una sonrisa que apenas sin querer esboza, siempre detentando la ideologia, contraponiendose a sus propios sentimientos. Él cansado de tanto atisbar por la cerradura metaforica que se representa en esas flechas rojas y azules que los separan, aburrido de tanta estupidez en nombre de pseudo bienes comunes y a punto de estallar por que no puede acercarse " es contraproducente, tiene que alcanzar sus metas..." se dice cada vez que esa ampolla de su alma esta a punto a vomitar los colores que tiene para pintar esa gris y vieja avenidad anacrónica. Esta vez toma una tiza de color, se agacha mientras nadie le presta atención, pinta una flecha que indica seguir a otro lado, es de color amarillo y verde y naranja, la flecha tricolor se termina dirigiendo la cabeza hacía el otro lado. Alguien se detiene al otro lado antes de que él se levante, alguien tropieza y cae; una pequeña niña que oculta sus lágrimas esta semilevantada del suelo frio de esa tarde de abril.

Se oyen pasos apresurados, un leve forcejeo. Se oye el silencio que se ha depositado súbitamente alrededor, se levantan susurros ahogados. Él no pudo resistir, ha corrido por ella, no fue dificil tomarla en brazos, decirle palabras, destruir la ideologia, intentar pintar nuevos mundos, limpiar el horizonte. Ella llora en silencio, sonrie para sí, para él, regala una sonrisa que se huye de ella, que desbocada corre en busca de él.

Se oyen pasos apresurados, se rastrillan armas, se apresuran a calllar el silencio, los murmurllos cesan, la caminata, el peregrinaje continúa.

Ráfagas de contradicción surcan de ambos lados, el plomo es mensajero de una carta sin retorno. Tal vez son bienvenidas con sonrisas.

domingo, 7 de febrero de 2010

Preguntas

Desde entonces, sólo queda un vacío insalvable entre los dos, uno que con gomitas y plastilinas de colores se intenta cerrar.

Sonrien y ella en el fondo piensa si él será feliz, si no es una máscara que se pone cada vez que se encuentran. Se sienta a su lado, aunque siempre las circunstancias los juntan y son felices aunque ella este al otro lado del espejo.

Caminan en la oscuridad y la lluvia canta una balada, él sonrie. Ella es feliz y todo basta, el cielo canta y ella continúa siendo feliz.

sábado, 6 de febrero de 2010

Mensajeros

Ella esta sentada tras un ordenador, entre lápices de colores y borradores sin nada que hacer. Con el cabello despeinado forma nuevamente su personalidad, ha borrado el facebook y con eso una existencia vacía que intentaba llenar; ahora tendra lo que desea, sus preferencias seran populares y todo el mundo la amará, todos adoraran su forma de ser, la nueva idol de la red se está forjando.

Se borra progresivamente,"odio a mi madre, me odio a mi, no sé..." se recrea tras un código binario, ahora está feliz, (estado: feliz y sonriendo como siempre) Todo el mundo la adora (incluso él, que la conoce nuevamente, que olvidó que ella era la muchacha despeinada que pedía mucho y no daba nada a cambio) Un nuevo intento de llenar el vacío que es ella misma; un nuevo rostro que mostrar al mundo, (uno vacío) lleno de ecos y ceros y unos; relleno de colores que son pixeles, llenos de sueños forjados por pesadillas.

"odio esta existencia" "odio estar atada a ti desde esta linea teléfonica, cambiare de número..."

Su estado es no conectado...

lunes, 1 de febrero de 2010

Seppuku

Escribo porque tengo atrofiado y seco el corazón, te escribo con la necesidad imperante de decirte todo esto de una vez, de ahogarme en la lluvia de esta tarde jugando a ser apocalipsis.

Hoy mientras desayunaba unas tostadas con huevos fritos por aquí, cuando la música decía palabras que logré articular. Hoy supe en varios años que la vida no tenía sentido, hay tantas razones para no vivir, como para continuar, es como elegir entre dos mujeres ambas hermosas.

Me he desviado, en fin, hoy quería decirte lo que por varios meses he dicho frente a un espejo cansado de observar el mismo rostro año tras año, la misma mirada inexpresiva que busca encontrar en el fondo la esencialidad de la felicidad y la tristeza.
Caminé junto a ti durante no sé cuantas horas, tú reias, gritabas, con razón sin razón, yo me preparaba como el samurai presto a cumplir con el seppuku (quitarme todas las vísceras que escondo de ti) .

Empezó llover, el ritual estaba listo a iniciarse, y el cielo taladraba con frías y húmedas lancetas este desierto llamado ciudad. Me giré hinque la katana con mucho esfuerzo mientras reías, no te diste cuenta, me desangré, pero tanto líquido evita siempre distinguir. Tú reias, tu lloraste, y luego reías otra vez, corriste mientras gritabas, yo desangrandome perdí el valor para continuar, agache la cabeza, la alze al cielo y miré entre tanta oscuridad, desde mi suelo pude ver tres tímidas estrellas que luchaban por mirar la tierra, testigos de mi cobardía, de tu estupidez y de la levedad de nuestras vidas.

"Tú, cómo vas"
"Sólo tengo un atardecer, en algún momento, un extraño atardecer y mi nostálgia a cuestas"