lunes, 28 de diciembre de 2009

Cuento...

-Y cómo era.
-Tenía cabello lacio, negrísimo y hasta la cintura. Su piel canela se fundía en su ropa... Esa ferocidad en sus ojos, cómo olvidarla. Pude ver libertad, violencia, vi el mar en sus ojos, mar embravecido, ¡oh! cómo decir que no la quise. Tenía una cinta en la cabeza y el rojo de ella no podía eliminar el café de sus ojos. Si tan solo le hubiera hablado...
-Calla.Casi mueres y te enamoras de tus verdugos, recuerda que no sólo era ella sino también él, bien lo sabes, salvaste de puro milagro. Acaso olvidas que tus sueños son más pesadillas, si no estuviera que pasaría.
-Es un cuento, un cuento muchacho. No lo entenderías.Un simple y llano sueño. Pero fue tan real. Pude tocarla y no lo hice. Uhm jajaja...
-A veces me asustas. Tu mundo parece tan obscuro y siempre sonríes, siempre ¿No sientes dolor?

He aquí el sino de una existencia incompleta.


*algo q estaba en una bandeja XD de hace mucho tiempo...

martes, 22 de diciembre de 2009

Espera

Sólo se sienta esperando el momento exacto para decir adios...

Ella se viste tarareando una canción.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Extraño

Ella dice: te siento lejos. Lo mira esperando atentamente como una araña a su presa. El piensa y se da cuenta pronto de la trampa; se gira deteniendose frente a ella, le toma de la mano diciendo: es complicado ¿no crees? sabernos lejanos siendo sólo dos. Nuestra soledad sólo puede ser acompañada pero nunca podremos dejar esa situación ¿no basta con estar juntos?¿no basta con querernos? eso me parece injusto...

Sobre el camino empiezan a caer gotas de agua primero quedamente y luego a gran velocidad, dos sombras detenidas no se inmutan ante este espectáculo, el cielo oscuro se pinta de naranja.

Ella sonrie y luego de un suspiro dice: ¿Por qué todas las nostalgias son naranjas? Presiona la mano de él y luego de vacilar lo abraza con timidez.

Pequeños riachuelos empiezan a hacer su camino como recordando por donde iban desde siempre, como cumpliendo una misión divina.

martes, 8 de diciembre de 2009

Desierto

Se cierran tus ojos, una gran ciudad aparece frente a ti, automóviles van a gran velocidad por una larga avenida, giras y el sol mientras tanto crea una ilusión: Una casa de un piso con un gran patio de tierra y una anciana con un gran sombrero dando de comer a sus pollos.

Empieza a llover, lo sientes en el rostro, está lloviendo sólo en ti; gotas saladas son secadas por el sol. La imagen desaparece atravesada por carros, la anciana levanta el rostro y sonrie... Abres los ojos, respiras profundamente.
Ahora estas en medio de la noche parado en un muro viendo una avenida vacía, te sientas cubres tu rostro "Mamá Luchita" ya no hay marcha atras y ella no está, nunca estará.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Eco

Entonces sabiendo que todo era oscuro decidiste sonreir y ser feliz, incluso ahora que el tiempo se acaba intentas con lágrimas huyendo de ti, intentas decir adios con una sonrisa... Lo sabías pero aún así continuaste el viaje, incluso ahora te preguntas cómo fue que lo iniciaste, en qué momento llegaste a esta parte tan oscura, cuándo fue que te encontraste con tu reflejo atrapado en un espejo sin luz.

Ella te dice, quien sabe.Tú respondes yo creo que quien sabe, pero piensas, al menos ahora estoy libre del ayer. Cómo llegaste tan rápido a este plano. Repites. Yo creo que quién sabe, depende si el mundo decide ser redondo en vez de cuadrado... Giras y continúas, el eco te repite lo que ella dijo, lo que dice, lo que se repetirá por siempre...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Yo

He salido corriendo entre la multitud para alcanzarle, en la oscuridad he podido verle pero no alcanzé estar cerca suyo.
Se va, se va y no puedo evitarlo... Si pudiera decir adios por lo menos.

No hay tiempo para pensar, no hay tiempo para nada se acerca el fin de este mundo la colisión de todos los posibles con el imposible. Alzo la mano subo al taxi. Al terminal. El conductor parece salido de película tanto que soy ahora un personaje de pantalla bicolor.

Llego subo y le veo, está abajo me ve y se acerca, el inevitable final aún asi llegará. Tenemos apenas unos minutos, tomamos unas bebidas mientras el ambiente pesa y oprime, reimos para callar el silencio que nos ata. No puedo decir lo que siento, no sé lo que siento. Mira el reloj, es tarde, tardisimo tiene que irse, no le detengo no puedo hacerlo. Si tuviera el valor le podría decir quédate, pero nada tengo que ofrecerle. Se va corriendo; me sacudo del vacío que ha dejado y me levanto saliendo con dirección opuesta. Si tan sólo el tiempo se detuviera. Camino y pongo a prueba la ausencia. Si tan sólo hubiera dicho adios. Camino intentando no girar ni buscarle con la mirada. Si no fuera cobarde, si no fuera yo...