jueves, 18 de marzo de 2010

eto...

Yo quise escribir cada día un episodio de una novela, que tal vez, sería mi vida. Quise abrir los ojos pero el abrir las cosas causa dolor.
Abrimos puertas y cosas que no sabíamos o que olvidamos se liberan y huyen sin rumbo fijo, huyen con miedo de ser recluidas otra vez, del olvido, del polvo, de los adioses tácitos.
Huyen y uno se pierde entre tanto dolor y nostalgia y alegría y cosas cuyo nombre todavía no encuentran en este mundo.

Quise escribir mi novela, mi otoño y primavera. Se derritió nieve y vi caer las flores de cerezo.
"¿A cuanta velocidad debo vivir para volverte a ver?"

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