Remeros (*)
Y navegamos por las calles
anegadas de silencio y lágrimas, somos los despiertos que pintamos
paredes con sonrisas.
De todos los techos baja la tristeza para empozarse en
nuestro camino, nosotros no descansamos seguimos pintando. Ahora faltan los
balcones y siguen después las escaleras.
* A propósito de algo que surgió un día de aquellos.
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