lunes, 25 de octubre de 2010

Avanzada

Vamos, es hora de comenzar. Pero es demasiado temprano, aunque nunca es tarde dicen por ahí.
Entonces nos levantamos y avanzamos lentamente, vamos apartando la espesa niebla con las manos, apenas y podemos ver diminutas luces frente a nuestros ojos, ilusiones ópticas tal vez; seguimos caminando y a lo lejos el viento que empieza soplar, parece traer una voz, un susurro que ha viajado mucho, un lamento que no se ha logrado esconder, por necesitar ser oido.

Nos detenemos, tú golpeas tu cuerpo con el mio, a tientas encuentras mi mano, la sostienes con fuerza, te acerco puedo senti, sentirte muy cerca mío. No estoy solo, pero no te veo.

El viento sopla con aún más fuerza, apenas y puedes detenerte, sostienes esa mano que esta atada a ti, no la soltaras. La niebla se disipa rápidamente, te internas,retrocedes hacía ella, corres, desesperadamente corres dentro pero el viento no perdona, no juzga, sólo corre impetuoso tras de ti.

No hay nada, no estas.

"solos"

El susurro te ha alcanzado; esa mano, cuerpo, ese otro que sostenías con fuerza se ha esfumado.


"Estamos solos, solos, repetidos al infinito"

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